El alumbrado en el sector del transporte ha evolucionado significativamente a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una parte esencial de los camiones modernos debido a la gran movilización nocturna en las carreteras europeas.

Históricamente, los primeros sistemas de alumbrado en vehículos motorizados consistían en lámparas de parafina o aceite, destinadas más a señalizar la ubicación que a proporcionar una iluminación adecuada. Posteriormente, se emplearon lámparas de carburo, introduciendo un generador de acetileno que generaba una llama más brillante que las antiguas lámparas de aceite.

El gran cambio se produjo con la adopción generalizada de las bombillas incandescentes entre 1920 y 1930, seguidas por las bombillas halógenas, ofreciendo mejor eficacia lumínica y durabilidad.

Posteriormente, los faros con bombillas LED emergieron como la tecnología más moderna y ampliamente adoptada en la mayoría de los vehículos, superando incluso a los de xenón.

Los camiones, siendo vehículos de trabajo, requieren un enfoque diferente en cuanto a iluminación. La necesidad de luces auxiliares para realizar tareas específicas, como enganches de mangueras o maniobras con el remolque en condiciones de oscuridad y mal tiempo, es esencial.

En el interior de la cabina, se ha mejorado notablemente la iluminación para brindar comodidad al conductor, con luces ambientales regulables y, en algunos casos, personalizables según las preferencias del usuario.

Además de los faros principales, se ofrecen soluciones alternativas para mejorar la visibilidad en condiciones adversas, como faros de largo alcance ubicados en diferentes puntos del camión.

Los avances en luces LED han mejorado la durabilidad y la eficiencia energética, reduciendo el consumo eléctrico general y permitiendo la incorporación de sistemas como alternadores con desconexión automática, lo que contribuye a una menor demanda de combustible.

Se espera que en el futuro, los faros híbridos LED-láser se conviertan en una opción común en el alumbrado exterior, mientras que en el interior de la cabina, sistemas controlados por voz o movimientos podrían adaptarse a las necesidades del conductor, aprovechando los avances en sistemas multimedia presentes en los camiones modernos.