El excesivo incremento de los diferentes combustibles está teniendo como consecuencia que las empresas del transporte tengan cada vez más problemas para mantener su actividad con normalidad. En su momento, muchas compañías relacionadas con el sector del transporte apostaron por vehículos de gas natural comprimido (GNC), a día de hoy, el encarecimiento de dicho combustible se ha visto incrementado en un 200%, pasando de costar 0,6 euros el kilo a superar los 2 euros.
El consumo de gas natural mensual de un camión estándar oscila entre los 3.800 y 4.000 kilos. Considerando que este consumo es notablemente inferior al de un vehículo pesado diésel de las mismas características y que el coste de GNC había sido hasta la fecha muy inferior al diésel, muchas empresas decidieron apostar por esta tecnología y combustible, tanto es así que hay más de 15.000 camiones a GNC en circulación actualmente.
El incremento actual del GNC ha triplicado su precio suponiendo un coste inasumible para muchas empresas, que han visto como el precio del GNC era de 0,6 euros por kilo en mayo de 2021 (o un gasto medio mensual de 2.500€), y como se ha visto alterado hasta los 2 euros el kilo o siendo un coste mensual de 5.500€. Una cifra que supone un aumento de hasta 3.000 euros mensuales, y que supone un gasto adicional imposible de asumir incluso con el descuento de 20 céntimos.
La bonificación del gobierno se ha visto caricaturizada por el bestial aumento de los precios de los combustibles, situación que ha provocado que, debido a estos sobrecostes, muchas empresas se hayan visto obligadas a paralizar sus camiones propulsados por gas.