Desde 2019, el Gobierno de Portugal ha emitido tarjetas para conductores profesionales que no cumplen con el tipo de homologación necesario según la regulación europea.
Esto ha resultado en la confiscación de estas tarjetas y en sanciones para las empresas transportistas con conductores portugueses tanto en España como en otros países de la UE. En España, es común que las empresas de transporte contraten a conductores portugueses, especialmente en las regiones cercanas a la frontera.
En las últimas semanas, varias empresas de transporte españolas que emplean conductores portugueses han recibido sanciones en territorio español debido a que sus tarjetas de conductor profesional para el tacógrafo han sido emitidas por las autoridades portuguesas sin el número de homologación “E21” exigido por la normativa europea. Este número se encuentra en el reverso de los documentos. Es común que las empresas de transporte españolas, especialmente las que están cerca de la frontera, contraten a conductores de Portugal debido al alto número de trabajadores que cruzan la frontera. Esto significa que muchas empresas españolas podrían verse afectadas por esta situación irregular.
Según FENADISMER (La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España), se están imponiendo sanciones similares en otros países europeos y se están confiscando estas tarjetas ilegales. El gobierno portugués ha reconocido su error, que afecta a numerosas tarjetas de conductor de segunda generación emitidas desde 2019. En respuesta a esta situación, el Instituto de Movilidad y Transporte de Portugal está trabajando en colaboración con las asociaciones portuguesas de transportistas para establecer un plan de contingencia.
A corto plazo, las autoridades portuguesas proporcionarán una declaración oficial a todos los conductores profesionales que la soliciten. Esta declaración se mostrará junto con su tarjeta de conductor en caso de una inspección en carretera. Las autoridades portuguesas han apelado a la sensibilidad de las autoridades de cada país para evitar la confiscación de documentos o la imposición de multas por la falta de homologación de las tarjetas.
El objetivo final del gobierno portugués es reemplazar todas las tarjetas defectuosas con la emisión de unas nuevas por parte de la Fábrica Nacional de la Casa de la Moneda. Este proceso comenzará en mayo, dado el gran número de tarjetas que deben ser reemplazadas. Se espera que los conductores profesionales no tengan que pagar por la sustitución de sus tarjetas.