Gran número de fábricas de AdBlue en Europa se han visto obligadas a inmovilizar su actividad como consecuencia del incremento bestial en los precios del gas natural durante el último año.
Algunas de las principales factorías de AdBlue del sur de Europa han tenido que reducir su fabricación hasta un 50%, como así ha sucedido en España. En Italia se han visto forzados a paralizar por completo su actividad durante hasta cuatro semanas. En algunos países, muchas estaciones de servicio, se han visto incapacitadas para suministrar este aditivo.
Consecuencia de ello será un incremento notable del precio de AdBlue, un compuesto necesario para que una gran cantidad de vehículos relativamente nuevos puedan circular con normalidad. Se estima que el precio del AdBlue podría verse incrementado hasta un 50%, lo que supondría un encarecimiento de hasta 1.000 euros al año sobre el gasto de un transportista profesional.
Así mismo, este compuesto es esencial para un correcto funcionamiento de los propulsores a diésel en un importante número de vehículos pesados fabricados a partir del 2009, así como en los vehículos ligeros fabricados a partir del 2015. También imprescindible para para poder cumplir con la normativa europea sobre reducción en los niveles de emisiones contaminantes a la atmósfera.
Este incremento de precio afectaría a más de dos millones de turismos que utilizan motores diésel en España, además de unos 120.000 camiones y alrededor de 30.000 autobuses.